El día de hoy quiero hablarles sobre un lugar precioso y en muchas ocasiones poco conocido de Portugal, a este lugar llegue por casualidad y me cautivo, tanto así que haré una entrada solo para el, pude pasear por las calles de esta zona ubicada al norte del país en dos oportunidades, la primera en inicio de primavera y aunque llovía y hacia algo de frío no me detuvo ni arruino mi experiencia, la segunda vez fui por mediados de verano y quede igual de satisfecha que la primera.
En esta ciudad puedes hacer un paseo por estos grandes canales en lo que ellos llaman "Moliceiros", que son estos grandes botes utilizados anteriormente para transportar algas y sal, si decides hacer este trayecto una persona en el barco explica toda la historia y por cada sitio que pasa, esto te permite conocer un poco la evolución de la ciudad, lo mejor es que lo cuentan tanto en portugués como en español e ingles, magnifico no?.
Este viaje tiene un precio de 10 euros por persona, son aproximadamente 45 minutos, así que si tienes tiempo es una buena opción para conocer la historia del lugar. Yo tome el viaje, aunque pude observar que también hay otros planes para ver la puesta de sol y observación de aves, para todos los gustos.
Si quizás este paseo puede parecerte un poco aburrido hay otra embarcación que ofrece un crucero de dos horas y media por lo largo del canal, hasta muestran las playas cercanas y hace una pequeña parada al otro lado de la ciudad. Este se llama lancha Da Costa Nova
Al igual como en el Moliceiro, en este barco existe un guía el cual explica tanto acontecimientos históricos de la ciudad, como cosas de la actualidad, se pueden observar a lo largo del recorrido, antiguas casas de pescadores, faros, se ofrece servicio de refrigerios a bordo, el precio del viaje es de 15 euros por persona, si quieres hacer algo diferente y no te aburre tanto tiempo en el barco es un buen plan para relajarse y contemplar esta bonita ciudad portuguesa.
Otra cosa que me gusto mucho de este lugar, es la comida, en mi país existe una gran cantidad de inmigrantes originarios de toda Portugal y es por esto que al entrar en una panadería portugesa me senti como en casa, cachitos o mini luch, vaya me recordaron los desayunos en mi hermosa Venezuela.
Los dulces portugueses son una delicia, allí tienen como típico uno llamado Ovos Moles, a mi me ha gustado, pero es que no soy muy exigente a la hora de comer soy #FoodLover normalmente se dice que a los extranjeros este que es un dulce cotizado entre los portugueses no suele gustarles tanto, se invento en un convento y las monjas fueron bastante ingeniosas este postre consta de solo dos ingredientes; azúcar y huevo. Así que aunque sea por cultura deberías probarlo, un tanto dulce pero una vez al año no hace daño.
Entre sus calles coloridas y sus tantos puentesitos, no pueden faltar declaraciones de amor que se cuelgan en cintas sobre ellos.
A diferencia de otras ciudades europeas, Aveiro goza de un buen clima, los inviernos no son tan fríos y los veranos no son tan calientes y lo pude comprobar en mis dos visitas, si deseas ir cualquier época del año esta muy bien.
Camina por Aveiro, visita las salinas sumérgete en su cultura, de eso se basan nuestros viajes.
Nos leemos en otro momento...
Y recuerda; Life is a Journey...